No quiero ir a la costa sola

Hoy volví a llorar frente a él, pues me dijo que aún con un hijo, no detendría su camino. 

Claro que me quebré por dentro, volví a escuchar como se rompía algo fino, no sé qué fue, no sé en donde, algo cayó y se rompió,  volvió a quebrarse, por las palabras de él.

Los días siguientes fueron tortura, los pensamientos intrusivos volvieron, todos ellos, llegaron uno a uno, como de monstruo su figura. 

De mi camino he querido ser y hacer tantas cosas que en todas me he quedado a medias sin que de verdad pudiera plenamente ejercer. Estoy cansada, simplemente, de tantos años sentirme sola. 

A mis amistades abracé como una familia muy querida, hoy, son relaciones descuidadas y quebradizas. A mis amistades, les pido una disculpa.

Me he escondido en un refugio imaginario donde alguien que no soy yo es mi hogar, busco una pareja que me de seguridad. 

Hoy me he quebrado y lo que sé ahora, es que no quiero ir a la costa sola, pero cuánto deseo volver a la costa.

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