El poder del canto
En ese espacio de materia condensada está mi ser,
sale de mi garganta la voz que quiero comprender,
antes me hablaba todo el tiempo de cosas sin sentido,
ya no recuerdo, pero están aquí conmigo.
…
Ella me preguntó como disfrutaba mi soledad, y fue así como yo me sorprendí,
le dije que me gusta mucho cantar. -Una persona auditiva -dijo-. Eso es lo que
eres. Así como encaja la pieza con la otra del rompecabezas, me alegré
de su perspicacia tan selecta. Necesito escuchar mi voz, abrir puertas, externar, cantarme cosas.
Es una gran fuerza de energía que siento desde lo más profundo de mi
corazón que debo comenzar a aprovechar ahora. En mi cumpleaños número veintiocho, actué
y canté, me sentí muy feliz, lo logré.
La vida me sorprendió, soy testigo de la gran magia que existe y que
muchos desconocen, algo tan grande que solo le damos el nombre tan pobre de 'coincidencia', igual de simple que 'el milagro', lo que realmente es la
palabra no le queda, no existe, no encaja, no llega.
…
Hay que abrir los ojos, comienza,
abre el pecho y siente la magia que hay fuera,
escucha el viento, no te habla, se expresa,
los árboles se quejan de que el viento le pega.
Usa el estómago, la garganta, bombea la sangre,
esa magia es pura, estás en ella, que no te desarme,
el calor de tus manos la retienen, al fin tus poros se abren,
busca el sentido, ya te conoces, el mío es cantar, ¿qué tú escoges?
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