Flor de tajonal

 Soy esa perfecta simetría tricolor que es tan perceptible a mi visión,
un par de tonos cálidos y el que absorbe la energía del sol,
ella que en enero se perfila en los costados,
junto al pavimento de los vientos provocados.

Hoy día existiendo, persistiendo encuentra,
las condiciones, las observa perfectas,
con su presencia llama, mira de vuelta,
envuelve el camino, adorna con su libre silueta.

Me quedo un rato y respiro, 

me quedo quieta y te miro,
recibes caricias, besos lindos,
la abeja que recoge tu polvo fino.

Me encuentro en un mágico momento,
en donde camino entre ellas, transmuto, desaparezco, 
no existo, estoy entre ellas, no alucino,
soy el eterno momento de un goce divino.

La niebla de mente y de corazón desaparecen,
la vida y la adversidad son una sola, todo el tiempo advierte,
vive, sangra, respira, en ti hay indicios que refieren,
la flama quieta, el río calmo y el mar bajo ascienden.

Eres la vida y la muerte,
un proceso latente.